
“Las deficiencias del sistema educativo dominicano (universitaria, técnica y pre universitaria) son variadas y tienen diferentes colores, sabores y matices, que van desde la ausencia de una base científica en el área curricular y de la metodología de la enseñanza a la pobre preparación y deficiente disciplina de una parte del personal docente y administrativo”, indicó.
Añadió que “también existe la necesidad de un sistema que evalúe la calidad de la educación y la administración, además de un modelo estadístico de recopilación de datos confiables para la creación de nuevas políticas en el área”.
“Además de la baja inversión, los salarios e incentivos para los maestros, técnicos y administradores son insuficientes, el sistema educativo adolece de una filosofía educativa que contenga una clara definición de sus objetivos y propósitos, donde los actores toquen, canten y bailen la misma música, para producir el despegue del desarrollo y el crecimiento económico que requiare la República Dominicana”, argumentó.
En su opinión, existen varios puntos luminosos a tomar en cuenta para la redacción del pacto educatico, entre los cuales citó la teoría condicional y la clásica condicional de Pavlov y de Skinner; la teoría cognoscitiva, de Piaget, y la social, de Neal E. Miller y John Dollard, entre otros. “Sin ellos, la palabra educación en el siglo XXI, sencillamente, no tendría sentido”, sostuvo.
“Las teorías antes mencionadas, unidas a las contribuciones más recientes de la Neuro-ciencia y otras disciplinas, todas como un todo, deberían ser partes de la base científica del pacto en el área curricular y de la metodología de la enseñanza, cuyos actores deben internalizar y poner en práctica dichas teorías”, manifesto en un documento.
También sugirió:que el pacto sea revisado por lo menos cada cinco años, que incluya una base filosófica educativa del Estado dominicano, que se produzca un despegue del desarrollo y que se incluya a la diáspora”, indicó.