Dichos pozos tienen un diámetro que varía entre los 5 m y 900 metros, y algunos tienen cuevas subterráneas, las cuales se formaron tal vez por antiguos torrentes de lava. La NASA asegura que estas deformaciones proveerían de refugio para los astronautas, pues los cubriría de la radiación, micrometeoritos y, posiblemente, del polvo lunar y los constantes de temperatura por la sucesión del día y la noche.
Ahora que la NASA descubrió estos agujeros, los investigadores esperan poder explorarlos y la mejor manera para hacerlo será lanzando una sonda a los pozos, pues desde la órbita no se puede llevar a cabo un buen reconocimiento.
Fuente: Yahoo