Utilizando un robot equipado con una , encontraron a la Edwardsiella andrillae, como fue llamada, anémonas opacas de entre 16 y 20 milímetros de longitud.
En un artículo publicado en la revista PLoS , los investigadores detallan que se trata de la primera especie de anémona encontrada en el hielo marino, en lugar de pegada a superficies duras como rocas o arrecifes. La especie vive con la mayor parte de su columna en la plataforma de hielo, y sólo la corona de tentáculos se extiende en el agua.
Se distingue de todas las demás especies del género en el número de tentáculos y en el tamaño y la distribución de sus cnidoblastos, células exclusivas de su filo -entre las que también están medusas y corales- que segregan una sustancia urticante como defensa o para capturar presas.
La anatomía y la histología de Edwardsiella andrillae no presenta características que expliquen cómo resiste un hábitat tan inusual, dicen los autores en su informe.
Fuente: La Tercera