
Esos espacios que hace muy poco estaban llenos de colores, de risas y ruidos, para mí sonaban como una canción de esperanza, el ver en el día a día tantas caras felices de estar como una gran familia compartiendo muchas y diferentes historias de vidas, fue extremadamente chocante ver los pasillos y elpatio vacíos, lo sentí como una tarde de otoño , desolada y silenciosa, me dolió ver que ya no estaban.!
Caminando en su interior echaba una mirada hacia las aulas y sentí que mi corazón se arrugaba, a la vez un gran nudo en mi garganta me cortaba la respiración de verlas tan vacías y solitarias, realmente me provocaba ganas de llorar.
Pudiera parecer increíble para algunos, en cambio, en mí el aula representa ese espacio de compartir no solo conocimientos sino experiencias de vida que quedarán por siempre registradas en mí memoria y en cada estudiante que pasa por mi salón de clases, dejando huellas imborrables que también a ellos los marcarán para siempre .
Deseo con ansías volver a la rutina, esa que aveces nos estresaba y que no queríamos enfrentar por la gran responsabilidad que implica el ser llamados a transformar e impactar de forma positiva ante un grupo tan heterogéneo.
Pero con este cambio he descubierto que prefiero el murmullo , el chiste en medio del proceso, las risas estruendosas y las ocurrencias propias del ambiente escolar, ya que este silencio sepulcral produce añoranzas, quiero las aulas vivas y en movimiento, es mi vida y sin ella todo es un mar de sensaciones y le pido a Dios volver a estar ahí otra vez muy pronto .